Para poder mejorar los niveles de vida de
nuestra población, son necesarios cuatro elementos claves: Una estrategia, un
mecanismo claro de implementación, capacidad para realizarlo y voluntad. Como país hemos trabajado duro en los
tres primeros: tenemos una Estrategia Nacional de Desarrollo, estamos
trabajando en la elaboración de las tácticas de implementación y contamos con
capital humano interno y externo para hacerlo. La gran incógnita es, tenemos
la voluntad para hacerlo? Muchos indicadores apuntan a la falta de voluntad
"real" como el principal obstáculo para mejorar nuestra calidad de
vida.
La voluntad no es "querer que se pueda" como dice la
canción. Voluntad es enfrentar cualquier obstáculo que ponga en riesgo nuestro
objetivo. Y
el principal obstáculo que han tenido nuestros gobiernos es sin lugar a dudas
la corrupción. Nuestra falta de voluntad se refleja en la tolerancia que
tenemos a la corrupción. Siempre comparo la corrupción con la frase:
"Quítate tú pa ponerme yo"...y sí la naturaleza humana es egoísta,
solo que cuando el egoísmo rompe las leyes, y condena a la pobreza y al
sufrimiento a muchos dominicanos, deja de ser egoísmo y se convierte en crimen.
Y no me refiero solamente a la corrupción del sector público, porque gran
parte de ésta existe porque el sector privado la alimenta.
La corrupción es fuente sin lugar a dudas de inestabilidad
macroeconómica a mediano plazo. La corrupción incrementa el déficit
gubernamental mediante un incremento de los gastos del gobierno, una reducción
de los ingresos disponibles para gastar, y un incremento en la ineficiencia del
gasto. Este déficit se traduce en aumento de deuda y por ende que a futuro se
tenga que destinar más para el pago de deuda y menos para mejorar la calidad de
vida, la equidad y la productividad. Veamos cada elemento paso a paso.
La corrupción incrementa el gasto público. Son inumerables los mecanismos
existentes que incrementan el gasto, me voy a limitar a citar algunos: Existencia
de nóminas abultadas, cobros de comisiones exageradas, contratación de
suplidores relacionados a los tomadores de decisión, entre otros. Algunos
argumentan que las nominas abultadas constituyen un mecanismo de redistribución
de ingresos y hasta un tipo de gasto social. El problema es que ya
tenemos esos mecanismos de manera explícita y muchas veces los beneficiados no
reciben el dinero o francamente no se encuentran en una situación de riesgo
económico. En cuanto a las comisiones, las mismas generan que los
suplidores carguen un precio superior por la realizacion del servicio, y al no
poder ser compensadas este incremento en el precio es todavía mayor para
compensar por el itbis e ISR adicional que generan. Todo esto es
claramente un desvio de nuestro esfuerzo hacia personas, que no son
necesariamente los más pobres.
La corrupción aumenta la ineficiencia. El analisis anterior asume que
cualquiera que sea el gasto, el mismo es producto de un analisis de las
prioridades sociales y económicas del país. El problema es que la
corrupción se materializa muchas veces en la ejecución de proyectos que no
tienen nada que ver con estas prioridades, pero benefician a unos pocos.
La consecuencia de todo lo anterior es deuda, deterioro de la
distribución de la renta con pobreza, inseguridad y más corrupción, sobre todo
privada. La
corrupción es una animal voraz, que aumenta con el tiempo. A medida que
el gasto por corrupción se incrementa, es necesario buscar recursos adicionales
para cubrir los gastos recurrentes del Gobierno. Adicionalmente, un gasto
ineficiente no hace posible el incremento de la productividad y con ello no
tiene un impacto en el incremento de los ingresos. Es necesario incurrir
entonces en deuda (que aumenta los gastos de intereses) o en aumento de
impuestos. El aumento de los impuestos, cuando no se percibe ganancias
del gasto publico, incentiva la evasión, desincentiva la inversión
privada y el empleo, y se traduce es una menor recaudación. El desempleo
y poca oferta de servicios sociales de calidad, provoca delincuencia y
deterioro de la calidad de vida de los más pobres, lo que a su vez provoca
menos inversión privada y más gasto publico en seguridad y en salud terciaria
(como lo es accidentes, enfermedades graves, etc..).
Este es mi deseo para todos: Mas Voluntad para mejorar la calidad
de vida y una mejor Economía Para Todos.