En un panorama como este tendemos a vernos como víctimas del sistema. Es cierto que los efectos de la crisis de Estados Unidos y Europa se sienten fuertemente en República Dominicana. Durante el primer semestre del año 2010 el flujo de divisas al país que recibe el sector privado se redujo significativamente. La inversión extranjera se contrajo en casi un 50%, cuando comparamos con el mismo período del año anterior (US$1,158 MM Vs. US$650 MM). Las remesas por primera vez en mucho tiempo mostraron una reducción del 5.7% y los ingresos por turismo crecieron muy tímidamente (2.1%). Esto se combinó con el incremento de los precios del petróleo. Pero la Gracia de Dios no nos desampara y nos mandó al FMI para colocar los bonos, y mantuvo altos los precios de gran parte de nuestras principales exportaciones.
Pero nuestro país está lleno de oportunidades de inversión para aprovechar la liquidez de las empresas norteamericanas. En el ámbito de la agricultura (orgánica por ejemplo), nuestra tierra tiene mucho que ofrecer. Ni hablar de las áreas turísticas (tradicional y eco-turismo). Y aunque no lo crean, hasta en la manufactura de Zonas Francas. Nos quejamos de las remuneraciones, pero el desempleo duele más que el sub-empleo.
Esa liquidez que tiene el sector empresarial estadounidense podría entonces venir a nuestro país. Todo inversionista quiere buena rentabilidad a un precio aceptable. Hoy en día los rendimientos que se observan en el mercado americano son muy bajos. Los mercados europeos se encuentran en una crisis importante. América Latina parece ser una de las zonas con mejor perspectiva en estos alrededores. Las crisis que tuvimos en el pasado, nos prepararon para situaciones como las que vemos hoy…. Aunque no tenemos las bases para un crecimiento alto de cara al futuro, hoy en día “parecemos una buena opción”.
Entonces porqué bajó tanto la Inversión Extranjera. Como decimos desde los artículos recientes, las expectativas y la confianza mueven los recursos.
Es cierto que tenemos muchas fortalezas respecto a otros países de la región: (1) contamos con un sistema relativamente estable (2) llevamos una trayectoria de crecimiento sostenido, a pesar de la crisis financiera local en 2003, (3) contamos con un sistema bancario muy saludable (4) a pesar del pasado reciente, el turismo todavía muestra tasas de crecimiento que aunque bajas, positivas.
Sin embargo nuestras fortalezas y oportunidades de inversión se hacen “confusas” con algunas de nuestras acciones. Durante mi estadía en New York tuve la oportunidad de participar en una conferencia llamada “Dominicans on Wall Street”. Uno de los expositores fue Franco Uccelli, el Director Ejecutivo de Investigación de Mercado Emergentes para J.P. Morgan. Su exposición fue muy clara sobre las áreas que debemos trabajar para poder Mejorar nuestra posición de riesgo en el Mercado. El Sr. Uccelli mostró cómo la República Dominicana, a pesar de la mejora en las calificaciones, es percibido todavía como uno de los países de más alto riesgo en la región. Las Tablas lo muestran claramente.
Adicionalmente expuso cuáles son los elementos que mantienen todavía estos altos niveles de percepción de riesgo:
1. La situación fiscal: El creciente déficit fiscal ha elevado nuestro nivel de deuda, tanto interna como externa, lo que hace cada vez más vulnerable. Esto así debido a que la proporción del gasto que debe ser destinado a pago de deuda se incrementa y con esto se reduce la capacidad de cumplir con otros compromisos y de mejorar el gasto social. De hecho, los atrasos generados con el sector eléctrico, son una evidencia de esto.
2. La fuerte dependencia en los precios del petróleo: En uno de mis “comentarios recientes” en Twitter comenté que el reciente incremento en los precios del petróleo implicó una pérdida de directa de aprox. US$530 millones al país. La fuerte dependencia en este combustible para generar energía nos pone en una gran desventaja. Es Urgente mejorar seguir diversificando nuestras fuentes de producción de energía.
3. La Relación con el FMI: esta relación nos abre muchas puertas… pero mal manejada nos cierra muchas más. Un país que firma un acuerdo con el FMI, se compromete a hacer las cosas bien, busca un sello de garantía para las inversiones. Sin embargo en las últimas revisiones no hemos podido obtener el visto bueno del FMI sobre el cumplimiento del trato…. Sobre nuestro compromiso de esa “visión clara” que dejamos plasmada en un papel.
4. Política Cambiaria: Por otro lado, nuestra política de “flotación controlada” del tipo de cambio nos ha hecho perder mucha competitividad, sobre todo en las zonas francas, donde el mensaje a los inversionistas es que al parecer no nos interesan mucho esos flujo.
Nuestro país tiene una gran oportunidad por delante, pero debemos tener las herramientas para aprovecharla. En el muy corto plazo necesitamos realizar los ajustes necesarios para cumplir con el acuerdo del FMI, manteniendo la iniciativa privada. Los cambios en las reglas de juego de forma repentina destruyen la credibilidad de nuestros inversionistas. El incremento de la deuda nos hace más vulnerables. Y ni hablar de la descoordinación entre las políticas monetaria y fiscal. Un gobierno comprometido y la sincronización de todas las políticas (monetaria, fiscal y social), serán claves en un proceso de recuperación de confianza. Lo anterior junto a una política exterior que se apoye en cultivar las relaciones de inversión y la promoción de nuestro país como una “cuna de oportunidades”, nos pueden hacer grandes ganadores en el proceso de “recuperación de la confianza” del sector empresarial norteamericano.



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